El gobierno italiano aprobó un nuevo decreto de ley que relaja, nuevamente, el confinamiento en el país europeo por el coronavirus. En este documento se plantea reabrir las fronteras con la Unión Europea a partir del próximo 3 de junio sin necesidad de realizar una cuarentena de 14 días.
De acuerdo al decreto, esta desescalada en la movilidad se hará en 2 tramos: en primer lugar, los ciudadanos podrán desplazarse libremente por su región a partir de la tercera semana de mayo y se adelantará la apertura de bares, restaurantes, peluquerías, centros de estética, tiendas y museos que estaba prevista para el 1 de junio. Para abrir, los locales deberán respetar las normas de higiene y seguridad obligatorias.
Tras ello, a partir del 3 de junio habrá libertad de movimiento entre las regiones, por lo que los desplazamientos se limitarán a las personas que den positivo al virus o que se encuentren en cuarentena. Se añade que los viajes hacia y desde el extranjero podrán estar limitados solo por medidas estatales de los otros países y "con el cumplimiento de las restricciones derivadas de la regulación de Unión Europea y obligaciones internacionales".
¿Una reactivación turística por el verano?
Este nuevo punto de movilidad no solo pretende el reencuentro de las familias separadas por el bloqueo en las fronteras, sino también recuperar los flujos turísticos en el país de cara a la temporada de verano.
Sin embargo, la medida se alternará con otras directrices de seguridad especificadas en el decreto. En sus playas, por ejemplo, se establece un máximo de una sombrilla cada 10 metros cuadrados.
En cuanto a los restaurantes, las mesas deberán estar separadas al menos un metro, frente a los más de dos de los que se había hablado en los últimos días y que inquietaba en el sector. La distancia también se podrá reducir si se usan separadores como mamparas, con el objetivo de ayudar a los locales más pequeños.
Por ahora, viajeros, habrá que ver quienes están dispuestos a ir de verano a una de las zonas calientes de la pandemia, e, independientemente de que no exista una cuarentena en el país europeo, sí podría haberla en el país de origen de nosotros a nuestro regreso, lo que disminuiría las oportunidades de viajar.
De todas formas, es una primera luz verde al regreso del turismo.
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