fbpx Los divorcios imponen un nuevo tipo de turismo y viajes | Viajándonos El Mundo

La mayoría de nosotros conocemos los famosos y recurrentes viajes de Luna de Miel, una de las épocas más doradas del matrimonio, ya que todo es ilusión, sueños y aún hay mucho por descubrir. Viajes como estos que se han transformado en una fecha digna para divertirse y convivir con la pareja a la que le acabamos de dar el sí y antes de volver a la realidad y empezar con las responsabilidades y el trajín diario.

Sin embargo, como todo en esta vida, el matrimonio también tiene su lado negativo: el divorcio. En este punto ya no existen las ilusiones, todo se torna en una batalla interminable en la cual se busca el beneficio propio de cada parte, dejando de lado la idea de apoyo mutuo que alguna vez juntó a la pareja. No obstante, este trago amargo ha dado paso a un nuevo tipo de turismo: los Viajes de Divorcio, una travesía que han llegado precisamente a dar un giro al concepto negativo que todos tenemos de separación.

Los nuevos viajes de divorcio han surgido bajo aquel antecedente que tenemos hace varios años: el divorcio es algo complicado de realizar en muchas regiones del mundo. Y esto es alimentado por que no existe en las parejas el "por mutuo acuerdo" y, en cambio, se tiene que demostrar una razón válida para exigir la separación, tales como abusos, violencia, adulterio, abandono o hasta incapacidad de tener "relaciones íntimas".

El no poder divorciarse en sus países orilló a un número enorme de parejas a buscar destinos para hacerlo, siendo Europa uno de los favoritos, ya que es de las pocas regiones que permite iniciar trámites de divorcio sin exigir una razón y sin importar que no fueran residentes. Esto, convirtió la diligencia en una gran experiencia, ya que además de decir adiós, de una manera rápida y económica, se puede conocer un nuevo destino en el viejo continente.

Un divorcio en furgoneta

Lo más revolucionario que ha existido en derecho de familia en el siglo XXI son las denominadas Divorcionetas: se trata de unas furgonetas que publicitan su servicio de divorcio amistoso en varias regiones de España.

Es por esa nueva dirección social que se desprende del tabú y prejuicio del divorcio y cada vez existen más personas divorciadas y familias formadas por personas que anteriormente estuvieron casadas y se acabaron divorciando.

De entre los motivos de divorcio, uno de los principales es tener una familia política tóxica que va tensionando la relación, dilatando el amor que se tuvo desde el inicio y afectando el buen proceder. Por ello, viajar en buena compañía es un resorte que puede aliviar nuestra relación familiar de manera saludable.

Con las Divorcionetas, se podrá obtener un convenio regulador gratis de separación o divorcio, y en caso de tramitación se puede hacer por 150 euros por cónyuge, dejando así un rubro importante para dedicarlo al resto del viaje.  En definitiva, el divorcio amistoso es la mejor opción para una crisis matrimonial.