Viajar a la capital de Italia es magia. Es comida. Es gelatos. Es historia. Es un sueño. En cada esquina hay algo del pasado con un poco del presente.
Hoy los invitamos a visitar la Columna Trajana o Columna de Trajano y sus alrededores en el distrito romano de Trevi.
Este monumento de 30 metros de alto, erigido por orden del emperador Trajano por allá en el año 113, la encontramos caminando por el Foro de Trajano, cerca del Quirinal, al norte del Foro Romano.
Su bajorrelieve en espiral conmemora las victorias de Trajano frente a los dacios (actualmente Rumania). Es decir, la columna es uno de los mayores símbolos de la eternidad de Roma.
Verla, no nos costó nada. Caminar y ver las ruinas del Foro Trajano desde arriba es gratis. Allí se puede percibir la mentalidad urbanística que este emperador tenía.
¡A comer!
Después de caminar en su totalidad este foro, nada mejor que un plato de comida típica italiana y un gelato de postre.
Para ello, solo tuvimos que caminar 20 pasos, por mucho. Detrás de la Columna de Trajano, nos encontramos con la Via Magnanapoli. Una de las mejores calles de Roma, a nuestro parecer. Parece como si toda la ciudad estuviera en este espacio de escalinatas y piedras antiguas: recuerdos, helados, comidas, bebidas, tours… Todo en una cuadra.
Nos decidimos por Food Club. Está ubicado en medio de las escaleras. Debajo del letrero que le da nombre a la calle. Allí, por 7€, probamos unos de los mejores spaghettis de nuestro paso por Italia. Su pesto era único y la amabilidad del señor que atendía, incomparable.
Al lado de este restaurante encontrarán ‘souvenirs’ a 1€, perfectos si vas con presupuesto de mochilero pero quieres llevarles un recuerdo a tus seres queridos. Y al frente, tienes a la Gelateria Panna e Liquirizia para cerrar con broche de oro tu almuerzo. Créenos, con 3€ saciarás tus antojos y probarás sabores únicos.
Así que, no te pierdas en Roma, mejor encuéntrate con sus personas, sus comidas, sus monumentos y sus calles. Será una experiencia inolvidable.
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