Palma de Mallorca, capital de las Islas Baleares, es mucho más que la puerta de entrada a una isla paradisíaca. Esta ciudad mediterránea combina a la perfección historia, arquitectura, gastronomía y vida local. Perderse entre sus callejuelas, contemplar sus monumentos y disfrutar de su ambiente es una experiencia que no deja indiferente.
En Viajándonos El Mundo te contamos qué hacer en Palma de Mallorca, qué lugares visitar y cómo moverte para aprovechar al máximo tu estancia.
Casco antiguo: un paseo entre historia y callejones con encanto
El corazón de Palma late en su casco antiguo, un laberinto de callejuelas estrechas, plazas escondidas y patios señoriales. Esta zona es ideal para descubrir a pie, sin prisas, y dejarse sorprender por la mezcla de estilos arquitectónicos y la huella de culturas que han pasado por la ciudad.
Entre las fachadas de piedra dorada y los detalles góticos o modernistas, abundan los cafés con encanto, las tiendas locales y pequeños museos. Para tomarle el pulso a la ciudad desde el primer día, una buena idea es apuntarse a un free tour como el de esta página, que nosotros hicimos y nos dejó con muy buen sabor de boca gracias a lo interesante del recorrido y a lo bien que lo hizo el guía. Es una forma excelente de orientarte y conocer los secretos de Palma desde una perspectiva local.
La catedral de Palma: emblema de la ciudad
La catedral de Santa María de Palma, más conocida como La Seu, domina el horizonte desde el paseo marítimo. Su imponente silueta gótica, con detalles reformados por el mismísimo Gaudí, impresiona tanto por fuera como por dentro.
Desde el interior, las vidrieras inundan de luz el espacio y el rosetón mayor es uno de los más grandes del mundo. No dejes de subir a las terrazas: las vistas sobre el casco histórico y la bahía son espectaculares.
El Palacio de la Almudaina: historia frente al mar
Justo al lado de la catedral se encuentra el Palacio Real de la Almudaina, una fortaleza de origen musulmán reconvertida en residencia real. Su mezcla de estilos refleja la evolución histórica de Palma: patios árabes, salones medievales, mobiliario gótico y una pequeña capilla románica.
Desde sus muros se obtienen también bonitas vistas del mar y es uno de los puntos más interesantes para quienes disfrutan de los relatos históricos.
El barrio judío: memoria y tradición
Conocido como el Call, el antiguo barrio judío de Palma conserva aún parte de su trazado medieval y una atmósfera muy especial. Aunque ya no queda comunidad judía activa, el recorrido por sus calles tranquilas, como la calle Sol o la de Montesión, permite asomarse a una parte menos conocida de la ciudad.
Allí encontrarás señales históricas, pequeños rincones y edificios con siglos de antigüedad, como la iglesia de Montesión, construida sobre una antigua sinagoga.
La iglesia de Santa Eulalia: esencia gótica mallorquina
Esta iglesia es una de las más antiguas de Palma y una joya del gótico balear. Santa Eulalia, situada en una pequeña plaza del mismo nombre, impresiona por su sobriedad y verticalidad.
En su interior se respira recogimiento, y desde el campanario se puede disfrutar de vistas al centro de la ciudad. Alrededor, varios cafés y terrazas ofrecen una pausa agradable para seguir la ruta.
Ayuntamiento de Palma: un símbolo cívico en el centro
La Plaza de Cort, donde se levanta el Ayuntamiento de Palma, es un punto neurálgico para locales y visitantes. El edificio, de fachada barroca y gran valor histórico, alberga en su interior obras de arte y documentos relevantes de la ciudad.
Justo enfrente, no dejes de observar el famoso "Olivera de Cort", un olivo centenario que es símbolo de paz y resistencia en la ciudad.
Plaza Mayor: vida, arte y mercados
La Plaza Mayor es uno de los rincones más animados de Palma. De planta rectangular y rodeada por edificios con soportales, recuerda a las grandes plazas castellanas, aunque aquí con sabor mediterráneo.
Durante el día suele haber mercadillos de artesanía, espectáculos callejeros y mucha vida. Es el sitio ideal para sentarse a tomar algo en una terraza y observar el ir y venir de la ciudad.
Plaza de España: el inicio de muchos caminos
Finalmente, la Plaza de España es otro de los puntos clave de Palma. Desde aquí salen autobuses y trenes hacia otros puntos de la isla (aunque en este artículo nos centramos solo en la ciudad).
Además, es un lugar práctico para alojarse o comenzar tu recorrido. A pocos pasos se encuentra el Parc de ses Estacions, un pulmón verde ideal para descansar un rato entre visita y visita.
Cómo llegar a Palma de Mallorca
Palma de Mallorca cuenta con excelentes conexiones tanto aéreas como marítimas, por lo que llegar hasta la capital balear es sencillo desde prácticamente cualquier punto de España y Europa.
Desde el aeropuerto hasta el centro
El Aeropuerto de Palma de Mallorca (Son Sant Joan) se encuentra a unos 8 kilómetros del centro de la ciudad. Es uno de los aeropuertos con más tráfico de pasajeros del país, especialmente en temporada alta, con vuelos directos desde las principales ciudades españolas y muchas capitales europeas.
Una vez aterrizas, tienes varias formas cómodas y rápidas de llegar al centro:
- Autobús público (línea A1): conecta el aeropuerto con puntos clave de la ciudad como el Paseo Marítimo, Plaza de España o la Catedral. Sale cada 15 minutos y el trayecto dura entre 20 y 30 minutos, dependiendo del tráfico.
- Taxi: están disponibles en la salida de la terminal. El precio hasta el centro ronda los 20-25 €, según el horario y el tráfico.
- Transporte privado o lanzadera: muchas empresas ofrecen traslados reservados con antelación, una opción práctica si viajas en grupo o con mucho equipaje.
- Alquiler de coche: si planeas explorar otras zonas de la isla, puedes recoger tu vehículo directamente en el aeropuerto. Pero si solo visitarás Palma, no es necesario —la ciudad es fácil de recorrer a pie o en transporte público.
Llegar en barco: para quienes vienen del mar
El Puerto de Palma es otro importante punto de llegada. A diario recibe ferris procedentes de Barcelona, Valencia y Dénia, así como cruceros de todo el mundo. Si llegas en ferry, lo más probable es que desembarques en el muelle comercial o el dique del Oeste.
Desde allí, puedes llegar al centro en taxi (unos 10-15 €), autobús (líneas 1 o 20, según la terminal) o incluso caminando, si estás cerca del Paseo Marítimo.
Desplazarse dentro de Palma
Una vez en la ciudad, moverse es muy sencillo:
- A pie: el centro histórico es compacto y peatonal en su mayoría. Lo mejor es recorrerlo caminando para no perder detalle de sus calles y edificios.
- Autobuses urbanos: la red de la EMT conecta toda la ciudad, con billetes desde 2 € (más baratos si usas tarjeta).
- Bicicleta o patinete: Palma cuenta con carriles bici y servicios de alquiler repartidos por toda la ciudad.
- Taxi y VTC: disponibles con facilidad, aunque el tráfico puede ser denso en algunas zonas del casco antiguo.
Palma de Mallorca tiene ese equilibrio perfecto entre ciudad y destino turístico. Con solo caminar por sus calles sentirás el peso de la historia, el arte en sus fachadas y el ritmo tranquilo del Mediterráneo. Sea cual sea tu estilo de viaje, aquí encontrarás algo que te hará querer volver.
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