Con el correr de los años, la Patagonia consiguió imponerse como una sólida opción al momento de buscar escenarios para las fotos de las vacaciones. Es que tanto por calidad de sus hospedajes, la sofisticación de la gastronomía regional en constante expansión, sumado a la paleta de colores que conforman sus glaciares, bosques y montañas, este destino se posicionado como una tentadora oferta turística.
El viajero, lejos de encontrarse con la misma imagen por las rutas, puede apreciar el magnetismo del territorio que abarca las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Sin lugar a dudas, es la naturaleza, como supieron los tehuelches, el pueblo nativo de la región, el bien más preciado.
Una de las actividades que recupera la esencia de la zona, en una experiencia que combina la fauna del lugar con los paisajes y permite adentrarse en esas aguas, son los avistajes de los característicos animales del territorio.
La provincia de Chubut ha conseguido convertirse, por su poderoso atractivo turístico, en un verdadero clásico. Y esta época, debido a la potencia del color de sus aguas y el aumento de la presencia de aves y mamíferos es la mejor del año. Lo mejor: no es necesario llevar largavistas.
1. A caminar con los pingüinos:
La Reserva de Punta Tombo es un Área Natural que protege las colonias de pingüinos de Magallanes. Son las aves marinas las que eligen este sitio para construir sus nidos junto a sus crías. El paseo por el lugar es un recorrido único debido a la cercanía que consigue al transitar por una postal inigualable en que las gaviotas, y con suerte algunos guanacos, también buscarán ganar protagonismo en las selfies. Solo la pingüinera tiene una franja costera de 3 km de largo por 600 metros de ancho.
2. Navegar con delfines:
Existe otra oportunidad que los viajeros no querrán perderse: la visita a la casa de los delfines oscuros en Puerto Madryn. Se trata de uno de los atractivos de mayor demanda en el verano. Las salidas se realizan en veleros, lanchas y catamaranes que navegan por el Golfo Nuevo entre diciembre y abril.
Se trata de otra experiencia con la posibilidad de conocer al mamífero en su propio entorno. El delfín oscuro, por lo general, forma grupos de entre ocho y quince ejemplares, y se acerca a las embarcaciones en el momento del avistamiento. Más de alguno se llevará una sorpresa al observar al cetáceo, cuya especie que abunda en la Patagonia, por su alta sociabilidad. Esto permite un contacto cercano.
Las excursiones parten desde el muelle Luis Piedrabuena, duran unas tres horas y se realizan entre dos y tres veces por día a partir de las 8 de la mañana. Por cierto, los valores son accesibles, lo que permite combinar la actividad con una recorrida por la oferta gastronómica de la zona. Completar el tour con un plato regional como cordero patagónico, langostinos, pulpo y frutos de mar, y maridarlo con playas de arena, avistamiento de aves, toninas, delfines, lobos y elefantes marinos, es imperdible.
A propósito de los cetáceos pequeños, las toninas, otra raza de delfín patagónico, tienen su momento de brillar en los paseos náuticos que llegan cerca del Puerto de la localidad de Rawson. Estos amistosos animales van danzando y jugando alrededor de las embarcaciones. Hasta parece que saludaran y sonrieran con sus típicos colores negro y blanco.
3. Snorkel y buceo con lobos marinos:
Es posible sumergirse en el agua y mojarse un poco más, puede emprender la aventura de hacer snorkeling y buceo con lobos marinos o kayak, también en Puerto Madryn. Es importante saber que a los animales no se los puede tocar, lo que no impide compartir con ellos una aventura mágica e inolvidable.
4. Una propuesta ecológica:
En caso las personas no sepan nadar o prefieran otras actividades, el destino ofrece la posibilidad de caminatas con la protección de la flora y la fauna local para conocer a los animales marinos mediante nuevas propuestas de preservación.
Algunos ejemplos de esta forma de visitar nuevos lugares y experiencias, pero cuidando al ambiente son: No iniciar fuegos en campings/zonas que no están habilitadas (el viento puede jugar una mala pasada), no generar basura en las playas y en el mar, y, además, respetar a los animales, no interviniendo en su hábitat más allá de lo aconsejado por los guías del lugar.
Tanto los animales marinos como los terrestres suelen acercarse solos y está prohibido tocarlos, molestarlos o alimentarlos, pero si se les puede apreciar de cerca y tomarles fotos.
El turismo ecológico es una iniciativa que, entre otros aspectos, busca reducir sensiblemente el impacto en el ambiente, además de ofrecer un acercamiento real con el bien más preciado de la zona: la naturaleza.
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